Guadix, 17 de Septiembre de 2017
MEDIA MARATÓN : 60
Bodas de Diamante
A LA VUELTA
DE
4 MESES
VESICULARES
Madrugón y con una puntualidad primorosa a las 6.15AM cita con Manolo Salazar y Vicente y camino a una nueva aventura después de otro verano, con nueva operación, que me ha lastrado, otro año más.
Ir sin vesícula a comer melocotones es otro paso más. Y sin la preparación más óptima me atrevo a luchar una media ya sabida por mi por su dureza. Pero es lo que me motiva. Ese algo de adrenalina.
Desayunar en Riofrio, ese desayuno tan estelar, una costumbre ya arraigada después de tantos eventos nos da fuerzas. Y muy necesarias.
Ese ohhh!! cuando vemos la rebanada es un sin duda un bonito recuerdo. Y de recuerdos estamos hechos. Soy nostálgico.
La temperatura en el camino es baja. Hemos pasado de los 27 de Málaga a que marque el coche entre 6 y 8 grados. Uffff poca ropa llevamos. La llegada a Guadix asi lo deja ver. Que frío!!! salimos del coche a toda mecha a 6 grados!!!!! y rápidamente nos cobijamos en un bar donde nos calentamos con un segundo café. Son las 8.30AM
Después de una hora helados, el sol y el calor del running poco a poco nos vuelve a nuestro estado natural. Recojo mi dorsal y nueva sorpresa es el 3030, exactamente el mismo del año pasado. Me lo dejan fijo. Me encanta este detalle. Guadix es fija ya. Mi favorita. Y ya sin vesícula.
Disfruto los momentos previos junto a Vicente y Manolo y con algo de nervios, un verano vesicular, es el motivo. Y la preparación. Pero la mente es fuerte y me ordena, que todo irá perfecto.
Salida, ya con el sol mandando, y molestias de estómago camino de las Cuevas. No es la mejor de las sensaciones. Poco a poco y en pertinaz subida, voy cogiendo revoluciones. Mi motor vesicular es fuerte y llego al km. 4 a buen ritmo. La sensaciones van cambiando. A mejor.
La bajada camino de la carretera hacia Purullena es buena. Voy bien.
Es el momento de coger ritmo diesel y lo consigo. No tengo molestias. Importante. La primera gran prueba es la subida de 700 m. hacia la cima de Purullena. Ritmo corto, buenas sensaciones y a ritmo gozo de esta fuerte subida. Sin problemas. Maravilloso. Es el km. 9
Comienza el tobogan rompepiernas camino de El Bejarin y Benalúa. Son los mejores momentos de carrera. Del km. 9 al 14. Un gel ayuda y mucho. Voy entero y disfrutando. Mi vesícula no me acompaña. Es igual.
La vuelta hacia Guadix es muy dura. Son kms. en ligera subida, rectas largas y algo de calor, no en exceso, motivos suficientes para dejarme ver que mi preparación no es la mejor. Pero mi corazón y voluntad si están preparados y kilómetro a kilómetro, con dificultad eso si, voy avanzando hacia una Guadix que se me aproxima.
Veo el km. 18 y ahora ya si toca disfrutar. No voy entero, pero voy.....
Mi mirada se pierde en esa Catedral de la Encarnación que es el emblema de los melocotones y es mi punto fijado para vivir unos momentos estelares. Mi mujer está en el km. 20. en este momento se que lo he vuelto a conseguir. El durísimo km. final precioso. Voy sufriendo. Si. Pero sabedor de que la Media Maratón es mi gozo.
Llego a la Plaza de la Constitución, no es mi mejor tiempo, llego sin vesícula, pero llego pleno y orgulloso de unir mi dorsal 3030 a mi 60 Media Maratón. Guadix y sus melocotones han sumado esos 30+30 que mi dorsal mostraba. Ha sido mi media vesicular. Otra media para mis anales.
La vuelta nos lleva a un Riofrío donde gozamos de un paseo distendido y de un grato almuerzo en gran compañía. Dialogos de running y de futuro ponen en broche de oro a una jornada con múltiples vivencias, porque ha ocurrido de todo. Y esto es vivir. Y ya sin vesícula.
Esta temporada no será muy algida en competiciones. Voy a cambiar un poquito el chip y me tomaré las cosas de otra manera. Pero esto es futuro y tengo que valorarlo tranquilamente.
La historia continúa.......y continuará.
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