Antequera, 9 de Junio de 2023
ACOMPAÑAMIENTO
A MI AMIGO DE SIEMPRE
Son las 18.45PM de una tarde magnifica, el preludio de un verano que ahora si, ha llegado para quedarse definitivamente. Recojo a Jose Antonio y con placidez nos dirigimos hacia el corazón de Andalucía. Un lugar con gratas experiencias del pasado.
Aparcamos cerca de la salida, en lugar distinto al habitual. La salida desde el Colegio La Salle, nos obliga a cambiar de ubicación. Mucho mejor, sin duda. Recogemos nuestro dorsal y con tiempo muy suficiente hacemos un recorrido turístico por la magistral Antequera. Es un hervidero.
Volvemos al coche, nos preparamos y a disfrutar del ambiente pre-carrera. Calentamos por los alrededores para no salir demasiados fríos a sabiendas de que nada más empezar comienzan las cuestas y poco a poco llega la hora de la salida.
Son las 22.00PM de una noche antequerana excelente. Hemos decidido ir juntos durante toda la carrera. Jose Antonio sale rápido por la inercia de salida. Voy detrás de él adquiriendo ritmo hasta alcanzarlo y comenzamos la subida hacia La Alcazaba.
Le digo que suba a ritmo y paso a paso sin forzar. La verdad no lo veo nada bien. Pero conseguimos subir y disfrutar de un entorno de otra época. Son momentos que hay que dejar grabados en la mente para siempre. Estamos en la fortaleza de Papabellotas. Un lugar mágico que hay que sentir al máximo. El reloj se para por momentos. Hoy ni caso.
Comenzamos la bajada hacia Los Dólmenes. Le digo a José que recupere de todo lo vivido en la fortaleza Antequerana y en un entresijo y laberinto de calles llegamos a la entrada del conjunto arqueológico antequerano.
Hace falta utilizar el frontal y con paciencia y en subida nos acercamos a un lugar único en el mundo. Vemos los dólmenes de Viera, Menga y El Romeral, sentimos esa época megalítica y aprovechamos unos segundos para dejar sellado nuestra presencia en otro lugar muy señalado de Antequera.
Estamos en la recta final de la carrera y los adoquines hacen mella. Hay que buscar las aceras y recuerdo la Maratón de Oporto. Jose Antonio vá muy justo y voy tirando de él a duras penas. Le acompaño en esta parte final de la carrera. La gente anima en el centro de Antequera y disfrutamos la recta final como es debido. Para mi otra grata experiencia como runner.
Haber acompañado y ayudado a mi amigo Jose Antonio con el que siempre he estado corriendo es otro broche a mi currículum de atleta. Nos damos la mano en meta y sellamos una divertida y por momentos dura carrera que para siempre quedará en el recuerdo.
El tercer tiempo en el Colegio La Salle para recuperar fuerzas despues del esfuerzo es el punto final a An-te-que-era. Una nocturna popular que hay que seguir repitiendo por su belleza y por su peculiaridad. Una jornada redonda.
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