No soy más que un aprendiz de buena persona y un corredor esforzado. Por cada corredor que recorre el mundo participando en MARATÓN, Media Maraton o Trail, hay miles que corren por el gusto de escuchar las hojas y la lluvia y que esperan que llegue el día en que les resulte todo tan fácil como a un pájaro volar. Para ellos el deporte no es una prueba, sino una terapia; no es un desafio, sino una recompensa; no una pregunta, sino una respuesta.
Que mejor forma que cerrar año y década que en los confines de los carriles de El Boticario y volver otro año más para cerrarlo que subir al majestuoso cortafuegos del km. 3 y experimentar desde su altura unos minutos pletóricos con unas vistas inigualables. Respirar ese aire puro, es llenar nuestros pulmones para acometer otro año más de running y buenas vivencias. El grupo de hoy ha sido esplendoroso.
La gran sorpresa ha sido que nos acompañara Ana, la hija del velociraptor Miguel, que ha demostrado su forma en las andanadas de esos primeros kilómetros de un carril duro. Hemos cerrado el año Deivi, José Antonio Bermejo y su novia Ana, Guillermo que por primera vez nos acompaña, José Antonio y un servidor. Juan Carlos algo griposo, ha hecho parte del recorrido andando y ha demostrado su poder como atleta.
Sin duda subir al cortafuegos es ya algo que nos compromete cada año en San Silvestre, como último día del año y es que es una tremenda subida que merece mucho la pena disfrutar y se ha convertido en otro momento ya fijo en nuestro calendario Beer Runners Málaga. Y si la subida es agónica, la bajada es mucho más y siempre hay que recordarla porque pica hacia abajo y fuerte además.
Y acabar con un buen desayuno, este año en la Venta Vázquez de Lomo con Manteca y un café doble pone ya el listón demasiado alto.
Pues, ahora si, acaba el año 2019 y desde luego de la mejor manera posible, un cortafuegos y un bocata de Lomo con manteca, marcan el 31 de Diciembre de Beer Runners Málaga. Que sigamos viviéndolo muchos años mas es el deseo. Nos vemos en el 2020 en color naranja.
TEMIBLE ESCENARIO PARA EL BROCHE DE DIAMANTES DE UNA DÉCADA INOLVIDABLE
Hoy en el terrible escenario de una de las mas duras carreras del circuito malagueño he recordado en su duro recorrido muchas vivencias vividas, en esta mi última carrera de una década, que para mi, ha sido sencillamente maravillosa. Me consagré como maratoniano y hasta en nueve ocasiones, algo impensable. Llegué hasta la ciudad eterna, pasando por las mejores de la piel de toro, aparte de recorrer Andalucía, principalmente y convertir el color naranja en algo muy familiar acompañado de compañeros que me empujaron al éxito. Lo vivido en Beer Runner siempre quedará en mi corazón.
He visionado en los desniveles infernales y toboganes de la San Silvestre competeña una década de vida. De mucha vida. Y he pedido en esa Sierra de la Almijara mucha salud para seguir escribiendo una historia que quedará en mis anales y será leyenda de un corredor muy humilde pero con una afición y una voluntad a prueba de bombas. Es humilde, si, y mucho, pero quedará constancia en este blog de lo conseguido. Un blog al que pocos podrán igualar, porque ni recuerdan lo que hicieron ayer.
Una temperatura agradable es el saludo de Cómpeta en pleno invierno. Llegamos Fran y un servidor a los aledaños de unas cuestas duras, muy duras. El ambiente es navideño. Un sol alentador nos ofrece un café esperando la partida. Veo a compañeros conocidos y el dialogo de running es recordar muchas cosas.
Visita al pueblo. Su belén, su iglesia, sus calles enigmáticas, todo para esperar una salida que llega a las 12.00PM. Un horario inusual. Me coloco casi en la parrilla de salida y el pistoletazo es ensordecedor. Perderte en esas callejuelas en masa y en dura subida, ya me ofrece lo que me espera en breve. Fran me acompaña.
Rápidamente comienzan las pendientes endemoniadas y el ritmo hay que bajarlo hasta los suelos. No hay mas. Hay que subir a golpe de cadera y de corazón. Fran se aleja sigilosamente. Poco a poco en un escenario complicado lo voy perdiendo segundo a segundo.
Y cuando termina lo peor con 4 kms. letales comienza mi pasión particular. Es el comienzo de las bajadas pronunciadas en tierra y muchas piedras sueltas en rompepiernas total, que me asustan de pleno. La lesión la llevo todo el rato en la mente y no me deja, por miedo, correr con soltura. Si el comienzo ha sido duro, estos kilómetros en bajada, han sido peor. Mucho peor. He pensado continuamente en esos meses lesionado y no he rendido a mi nivel. Por otro lado, obvio.
La parte final por un sendero con unas vistas de Cómpeta, preciosas, es donde saco mi broche de diamantes y me lo cuelgo para sentenciar en la antesala de Cómpeta y luego en sus calles una década prodigiosa. Fran me recoge en este kilómetro final y me acompaña hacia el olimpo.
Para mi, es un momento histórico. Es la sentencia de muchos kilometros vividos y muy sentidos. Es la meta de 10 años donde he escrito una historia que quedará escrita para la eternidad. Cómpeta ha sido el premio final de este, difícil por las lesiones, 2019 y deja las puertas abiertas, para otra década a la que solo le pido salud, mucha salud, no para igualar, algo que considero imposible, sino para poder demostrarme que puedo superar las montañas que se me pongan delante y sobre todo poder superarla, con el único objetivo de llegar a meta. Este es mi deseo para la década que va a comenzar.
Salud, mucha, mucha salud. Esto le pido a un 2020 ilusionante.
El tercer tiempo para comer un plato de Callos en uno de los mejores bares competeños, como es Bar Marcos, con calorías suficientes y unos roscos típico Beer Runner, jeje ponen el punto y final a mi última competición de la década.
Estadística de carrera con mi Garmin
Cómpeta Carrera: Distance 8.45 km | Time 57:25 | Pace 6:47 min/km | Elevation 350 m
En el ocaso de un año para olvidar, por culpa de las lesiones, que me han señalado como un 2019 donde en ningún momento he podido conseguir mi ritmo crucero, para disfrutar, y después de cuatro largos meses, donde he tenido que superar la grave lesión del doble esguince producida a finales de Agosto en Alfacar, parece que la luz comienza a brillar. En el ocaso de un año difícil he vuelto a disfrutar a pleno rendimiento con la esperanza para conseguir la forma necesaria para cumplir mis objetivos. Parece que acaba el año maldito.
Sentir de nuevo ese puente de hierro que engalana Cártama, esta vez con agua, por las últimas lluvias acaecidas, y recorrer la distancia desde Estación de Cártama al estadio de Atletismo cartameño en una mañana casi veraniega con 22 grados me hace vibrar de nuevo al volver a la competición, único escenario para conseguir ritmo.
Ha sido excesivo tiempo para volver a estar junto a mis compañeros en una previa, hoy junto a Juanma, Alberto, Miguel, Rocio y Jose, volver a ver a atletas conocidos, sentir ese aroma tan peculiar bajo el arco de salida, algo que solo lo sabe quien lo vive. Son momentos para el recuerdo. Estar en ese pelotón esperando el pistoletazo es ser atleta. Y llegaba a Cártama con mis prudentes reservas, esperando como podría acontecer todo.
El recorrido ha cambiado es mi primera imagen. Es bueno, pienso. De comienzo no hay respiro, pero he salido perfecto. Tengo a Juanma y a José Antonio delante y las medias al kilómetro en los 2 primeros van geniales. Esperanzador. Los sobrepaso en el km 2 pero la subida dirección Cártama pueblo es dura. Voy cómodo.
Visualizo a una pareja y me llevan a buen ritmo por el corazón cartameño y ya en bajada para acercarnos al km. 5 con 27m. 10s. pues voy muy bien, no me lo esperaba. Voy disfrutando, aunque un poquitin forzado. La calor también hace su trabajo. Continuamos por tierra, varios kilómetros, hasta el km 8, y la verdad, sin ir bien, voy pasando los kilómetros de manera decente, lo que me da fuerza mental. Pienso en lo sufrido y verme en buena situación me da alas.
El final dirección a meta lo hago a pleno rendimiento, sin desfallecer y sin duda, estoy contento, lo he vivido a la perfección, no esperaba aguantar de manera tan solvente, después de tantos y tantos días en el dique seco. Esperanzador.
La conclusión es que espero haber acabado con un año tan malo, por las distintas lesiones, y en su ocaso, celebrar que voy cogiendo ritmo y forma para atacar de manera fehaciente el 2020. La más grave lesión que he sufrido está olvidada, debo mentalmente darme cuenta de que debo volver a lo que siempre fui, un atleta al que le gusta disfrutar y sentir cada kilómetro recorrido. No pido mucho más. Solo que las lesiones me respeten y pueda conseguir mi ritmo de competición. Espero sea el ocaso. Esperanzado estoy.
Queda un peldaño para acabar el año. La dura Cómpeta y su entorno me darán el adiós a otro año en mi currículum. Sigo escribiendo mi historia. Sigo. Y espero un próximo año donde pueda divertirme a tope.
Cuando recibí la llamada del responsable de avituallamientos de la Maratón de Málaga JAVIER MARTÍN, a nuestro grupo para que representara al km. 5 no lo dudé ni por un instante. En este mismo momento pensé en todos y cada uno de los integrantes de nuestro grupo porque habían merecido durante 6 años un galardón de este tipo por su colaboración y aporte al running malagueño. Esta llamada representaba para mi un orgullo muy grande, después de un trabajo denodado en pro del running. Beer Runners Málaga tiene su hueco importante en el concierto malagueño y esto se ha conseguido gracias a todos. Todos lo habéis conseguido. Málaga nos ha llamado y había que dar la talla como corresponde.
Me puse manos a la obra y la respuesta de nuestro grupo humano fue unánime. Hacían falta 38 compañeros para satisfacer la necesidad del km. 5 del avituallamiento de la Maratón de Málaga y en pocos días el cupo estaba cubierto. La respuesta ha sido exquisita.
El trabajo estaba hecho y el apoyo del grupo a Málaga de forma desinteresada ha dado sus frutos. Recopilar los datos de cada uno y recoger la indumentaria ha sido otro paso histórico para nuestro grupo.
El madrugón ha merecido la pena. Mucho. Levantarse a las 6AM para llegar puntualmente a las 6.45AM era una cita ilusionante. Una experiencia que había que vivir. Ver esos palets de agua, que te lleven la caja de los élites, los bocadillos y comenzar a organizar las 14 mesas sin duda ha sido brutal.
¡¡¡ Previa !!!
Y el momento ESTELAR !!!
La distribución de mesas ha sido otro momento espectacular. Estar junto a mis compañeros organizando todo y recoger en ida y vuelta muchas veces el espacio para que todo estuviera perfecto inolvidable.
En la mesa élite, como correspondía, debían estar los dos elementos mas veteranos del grupo. Este derecho era de Manolo Salazar y de Eloy, que desde aquel 2013, de nuestros comienzos han estado, al pie del cañón, ofreciendo ilusión y apoyo. Han merecido estar con los grandes.
Solo quedaba esperar a la marabunta de runners y a las 8.47AM estaban delante de nosotros. Ver de cerca a los mejores y ofrecer nuestro servicio a los 7.000 runners que pasaban junto a nosotros era el sello de calidad que le faltaba de nuestro grupo. Hemos conseguido otra medalla de Málaga. Otro momento histórico que hay que enmarcar en nuestro currículum de runners. Una vivencia que se podrá repetir, pero lo de hoy será irrepetible por ser la primera vez que Beer Runners Málaga ha estado en un avituallamiento y por supuesto dar las gracias al apoyo de 38 compañeros que para mi siempre serán los que me han acompañado y que han escrito otra pagina de oro en nuestro recorrido.
La Maratón de Málaga 2019 siempre será naranja, el color de nuestro grupo, que tiene y ha consegudo su hueco en el running malagueño.