Granada, 16 de Noviembre de 2016
MEDIA MARATÓN: 53
Bodas de Cereza
LA ARAÑA NEGRA
Lev Yashin y Joao Alves
La noche es dueña y señora, son las 6AM y comienza la aventura destino a tierra Nazarí. Puntualidad eclesiástica, y ante mi Manolo Salazar y Eduardo. Rumbo a ese desayuno alentador en la parada obligada de Riofrio donde la mañana clarea en el horizonte con unos nubarrones conversados destino a la falda de una Sierra Nevada levemente blanca. Y es que el frio ha llegado para asentarse definitivamente.
Un aparcamiento selectivo en el lugar pensado nos da paso a dirigirnos con temperatura baja a recoger mi dorsal en el calor del Complejo Deportivo Nuñez Blanca.
Compartir y saludar a muchos compañeros es rigor obligado y necesario para subir la autoestima. Sin duda pasan momentos mágicos por mi mente.
Ex-compañeros de Beer Runners pululan por los alrededores. Es el momento de estar con ellos. Son recuerdos del pasado que ya no volverán. Ellos me recuerdan y yo los recordaré......pero en mi mente hay un momento especial y ahora para mi es lo mas importante. Esa camiseta es pasado.
Me dirijo a salida y el momento ha llegado. Desde mi juventud tengo marcado a fuego el recuerdo de Lev Yashin, portero de la extinta U.R.S.S. y del inolvidable Joao Alves, jugador de la U.D. Salamanca. Ambos dejaron un sello en mi. El uso de guantes en competición.
Ha comenzado una nueva etapa en solitario. Seré a partir de la ahora la ARAÑA NEGRA. En recuerdo sobre todo de Yashin. Un mítico portero que paró la friolera de 150 penal con sus guantes negros. Un deseo que por diferentes motivos nunca pude realizar. Y ahora ya si.......ahora si.
Balu y Manolo me acompañan. La salida se retrasa levemente y comienzo observandome.....Motril está presente. La maraña del pelotón me absorve y los primeros kilómetros son excesivamente rápidos. Me dirijo a mi derecha para obtener ritmo. Estoy con Manolo Salazar.
Una fuerte bajada en el km. 2 nos hace ponernos a un ritmo bastante vivo que nos sirve para adelantar a los más lentos y situarnos junto a los que van a nuestro ritmo. Los primeros kilómetros sigo rápido, lo que me lleva a pensar que puedo acercarme a 1h. 53m. que me había marcado como máximo o incluso superarlo. Hago cuentas para superar mi MMP pero no me salen, muy bien tengo que llegar al segundo tercio de la carrera para poder intentarlo sabiendo lo que me queda por delante.
Con todos estos pensamientos me voy aproximando al primer repecho que está pasado el km. 7. La primera subida la llevo bien, hace rato que estoy metido en un grupito y vamos bien. En el km. 10 afrontamos la segunda subida, ésta me cuesta más y me noto las piernas muy pesadas. Pasado el km. 11 empezamos a llanear pero me encuentro demasiado cansado para la altura de carrera a la voy (no sé si tendrá que ver el no haber calentado lo suficiente). Intento recuperar antes de que llegue el último gran repecho pero llega demasiado pronto.
Poco a poco empezamos a subir, hemos pasado el km. 12 y me mentalizo para los dos kilómetros que tengo por delante. Voy subiendo bien, me entretengo observando a los corredores que llevo por delante. Hay uno con la camiseta de la selección española de atletismo que le va diciendo a un compañero que va en bicicleta que no le tiran las piernas. “Este va cansado como yo” – pienso.
Estamos llegando al km. 14, ya se me está haciendo demasiada larga la cuesta (no me acordaba ya de ella), llevo la piernas muy doloridas y estoy deseando beber agua. Aún así, el ritmo no ha caído en demasía. Aún no he hecho un kilómetro por debajo de 5’15” (excepto el primero). Giramos a la derecha, aquí está el fin de la cuesta y el avituallamiento.
A partir de aquí comenzamos a bajar buscando el centro de la ciudad, esto es lo que me hace falta a mí para recuperar el ritmo. Poco a poco voy mejorando los tiempos pero es algo efímero, en cuanto me topo con un llano o un leve repecho vuelvo a sufrir.
Ya estoy en el centro de Granada, disfruto del ambiente mientras me mentalizo de que en los 2 últimos kilómetros me voy a encontrar una leve pendiente. Voy contento aunque no esperaba sufrir tanto, esta vez he pecado de optimista. Quizás tendría que haber calentado más y haber empezado más tranquilo pero ya no puedo volver atrás. Intento coger un ritmo de zancada que me ayude a recuperarme y no sufrir en el tramo final.
Busco una liebre que me dé el espaldarazo final y lo consigo para llegar al Nuñez Blanca muy bien. Motril ha quedado en el olvido, como un episodio sombrío. El Sprint final con un tiempo levemente por encima de mi media al kilómetro me deja satisfecho. Futuros entrenos mejoraran mi imagen, este es el objetivo a corto plazo.
Mis guantes negros han cruzado la meta. Otro objetivo de mi juventud va a comenzar y lo haré en running. Ha comenzado la era de la ARAÑA NEGRA.
Magnífica carrera, magnífica organización y magnífico avituallamiento final. Mesas y mesas con agua, bebidas isotónicas y frutas y, además, el tirador de la Cruzcampo.
Vivir Granada es único. El saborear su cerveza y sus tapitas ponen el broche de Oro a una Media en la que tenia mis reservas después de lo ocurrido en Motril, pero un pionono ha dejado el sello de que sigo siendo el mismo. O mejor.....he sepultado una losa que ya me molestaba en demasía. Ahora pensaré en mi. Solo en mi. Por fin.
Garmin Connect
Entrada a Meta Media Maratón de Granada 2016
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