35 MEDIA MARATÓN MARBELLA

          

Marbella, 25 de Septiembre de 2022

MEDIA MARATÓN:  77

Bodas de Sílice

PERFECCIÓN EN EL 

PARAÍSO MAS TERRENAL

Son las 6.45AM de una maravillosa mañana, donde la cita con mi compañero Joaquin estaba pactada para dirigirnos hacia el corazón de la Jet Set. La visión característica de mi Mar Mediterraneo nos lleva al lugar de bienvenida de una Marbella maravillosa. Aparcamos en noche cerrada. Recogemos nuestros dorsales, casi los primeros, como debe de ser y recorremos la entrada hacia Marbella para buscar ese desayuno que nos dé las fuerzas necesarias para acometer la batalla que nos espera.

El ambiente runner no es tan significativo como años atrás pero pero el lugar lo engalana todo. Un acierto total en una avenida mágica a la entrada de la misma Marbella. 

Los nervios previos, siempre inevitables, y gozar de esa masa humana hasta que son las 9.00AM hora que se dá el pistoletazo y comenzamos dirección al Puerto de la Bajadilla, famoso por el intento de Al-Thani de crear un emporio lastrado posteriormente.

Rapidamente estamos en la Senda Litoral marbellí con un mar a la izquierda precioso que me lleva en volandas con un pelotón que ataca fuerte. Tiempos intermedios muy rápidos para llegar al Puerto Deportivo con 5 kms. en un tiempo de 27m. 20 s. 

Buen tiempo, y me comienza un pequeño dolor en el soleo que me asusta. Me obliga a bajar ritmo y ver que ocurre. Se me pone a estela la bandera de las 2 horas y el dolor remite. Menos mal.

Mantengo ritmo junto a la bandera, y hablamos de las vicisitudes de la carrera y su historial. Voy aguantando ritmo, aunque con algo de dificultad. Lentamente se me escapa pero lo tengo a visión en una linea litoral que maravilla. Puerto Banús esta ya muy cerca. Es el km. 10 y hago 57m. 11s.

Excelente. Entramos en los espigones observando la magnitud del Mar y del poderío que existe en un puerto de autentica categoria. Decido inmortalizar el momento y comienzo a perder comba con mi bandera de tiempos. Debo de olvidarme de ella.

La vuelta dirección a Marbella por ese albero mítico es dura. La calor hace acto de presencia y los fantasmas aparecen. La recta interminable me hace mella y tengo que reducir ritmo para no desfallecer. Kms complicados con muy pocas referencias de liebres que me pudieran ayudar. 

Comienzo a tirar de geles y sales y un segundo aire me ayuda a ir dilapidando kilometros lentamente. Un final complicado con fuerzas muy justas y tirando de experiencia y corazón. La vuelta hacia Marbella te pone en tu sitio y te recuerda que tienes que estar óptimo. Y lo estoy pero en justa medida.

La llegada a meta es espectacular. 400 metros de visión a la pancarta que te llena de orgullo. Ver a lo lejos ese letrero de Marbella es superior. Sé que he vuelto a vencer. Es la cúspide de haber vencido en otro reto muy trabajado. Disfruto mirando fijamente ese nombre donde lo mas granado del universo está situado. Mi lugar mas preciado. Marbella. 

Cruzar la meta me hace grande. He vuelto a estar en un lugar muy señalado para mi. Lo he trabajado y lo he disfrutado al unísono. Sigo escribiendo mi historial. Humilde, si. Lo sé. Pero con kilometros de vida que no pararán. 

Departir y charlar en meta con un gran campeón como es Cristobal Ortigosa, son momentos inolvidables.

Y como punto final comer en la Milla de Oro en mi restaurante preferido despues de realizar una Media Maratón de Marbella perfecta es el epílogo a otro reto muy trabajado.