Quiero despedir, con esta última entrada a mi blog de este año terrorífico, en muchos aspectos, un año que marca la vida, un año donde han ocurrido cosas inimaginables, y jamás pensadas.
Un año 2020, de gemelos, que ha lastrado muchas cosas.
Y como este es un blog de deporte, no voy a entrar en metódicas explicaciones de vida, pero si abrir un post, de un deporte-afición muy querido en mi y que me trae enormes vivencias de pasado, y no es otro que el AJEDREZ. El Chess es una de mis pasiones, desde adolescente, donde he cultivado una gran experiencia y lo tengo en mi corazón. Todavia recuerdo aquel ascenso a Primera División Provincial en la Peña de El Palustre en el Palo, como si fuera ayer.
Un trabajo de Oscar, un espectáculo, un disfrute alrededor de las piezas de Ajedrez. Esos ojos que irradian profundidad y una puesta en escena de élite, la dejan como una actriz a seguir muy de cerca.
El Ajedrez me apasiona y Anya lo vuelve a poner en mi corazón.
Escalofriante serie de la americana, criada en Argentina y desarrollada profesionalmente en Reino Unido.
El Ajedrez es estrategia y Anya es profundidad y sin duda su trabajo es estelar, disfrutar de un tablero de Ajedrez y de un trabajo perfecto me obliga a seguirla en su carrera profesional, muy de cerca. Solo darte las gracias, en este humilde blog, has abierto mi corazón a mi vida pasada y por ello merece tenerte entre mis pasiones, para leerlo continuamente.
Una enigmática mirada de una campeona infranqueable, un cóctel liderado por una imponente Anya, esto es Gambito de Dama. Gracias, tus grandes ojos son tu señas de identidad.
