Riogordo, 27 de Febrero de 2022
BRUTAL AYUDA
A Riogordo la mira una pared que impresiona como es la Sierra de los Tajos y se envuelve en empinadas calles. Duerme a mi llegada. Una paz que cautiva. Desayuno reparador, recogida de dorsal y previa que como siempre me impregna de nervios ante una batalla de muchos kilates. Veo caras conocidas, como es Cristobal con el que he vivido grandes experiencias, y en salida pendiente sé que va a ser duro con un desnivel positivo de 500 mts. en los 15k del recorrido. Al ataque.
No llega al kilometro cuando el desnivel se dispara. La "carretera blanca" como la llamaré para siempre acompaña el serpenteo del Río de la Cueva. Brutal. Varias rampas de escalofrío y a duras penas me llevan al km. 3. Pienso por momentos que las fuerzas se me han acabado y al comenzar.
Comienza el sendero mirando fijamente a una Sierra que te deja absorto. Veo a una pareja. Son Eduardo y Belén. Veo mi posible salvación en ellos. Les digo que lo mejor es ir juntos y me dicen que claro que si. Me pego a ellos y me lanzan. Voy cogiendo ritmo despues de la salvajada inicial. Sin duda su ayuda ha sido crucial.
Diálogo ameno, me explican su historial. Eduardo hace ultras. En breve Bandoleros, con 160 kms. Estoy con un élite, en todos sus aspectos. Ayuda brutal y estimada. Voy disfrutando de forma increible por el apoyo en un circuito muy complejo.
Se nos une una chica del Club Nerja, que conozco de otras carreras, y se da cuenta que se debe pegar al grupo. Ayudarnos es el objetivo para avanzar en un dificil escenario. Juntos realizamos kilometros pegados a la falda de una Sierra de escalofrio que recordaré para siempre. Es mi historia. La historia de un corredor humilde. Me quedo con estos detalles de ayuda y compañerismo. Brutal ayuda.
Disfrutamos sobremanera por un paraje que te deja perplejo en un continuo sube y baja. Cuando acaba esta adrenalina, nos dirigimos en fortísima bajada dirección a Riogordo. Me cuesta seguirlos. Los mantengo a vista pero demasiado desnivel en bajada. Varios kilometros así son tambien difíciles, pero voy viendo Riogordo a lo lejos y me da fuerzas.
La entrada a las empinadas cuestas de Riogordo me ofrece la gran sorpresa final. La organización nos abre las instalaciones del mítico Paso de Riogordo para que pasemos y podamos disfrutarlo. Aprovecho para mirar por doquier.
Solo queda el regocijo de callejuelas para llegar, como no, en final ascendente hacia una meta en la que he vuelto a escribir otra historia de las que recordaré siempre. Me han ayudado y mucho. He sentido fuerte y me aporta mucha fuerza para encarar el futuro. Esos nervios en el estomago vuelven. Es algo muy dificil de explicar. Pero me aprisiona.
Un post para dar las gracias a Eduardo, un ultra, en toda su dimensión, y a su mujer Belén, que me ha aportado la calidad en forma de compañia, con unos dialogos de atleta que te llenan.
Gracias, de corazón, por haberme hecho sentir y disfrutar de un entorno precioso pero a la vez durísimo. Gracias, asi da gusto.
Como siempre, este blog es realidad gracias a mi seguidor mas acérrimo, a mi mujer, a ella le debo, todo y más. Una amiga que me labra mi historia, día a día.
Hoy me acompañan, en una jornada plétorica, dos amigas senderistas, como son Ana y Guadalupe ( Alias Lupe )
Que se han perdido.............jajajajaja
Y para finalizar, visita a ver la Molienda y todo su entorno para acabar en la vecina Casabermeja para disfrutar del punto final de la comarca. Unas migas de ensueño para recuperar las miles de calorias perdidas en una carrera que quedará en mi corazón.
Moral a tope, para ir a la temida Alora en una semana. Quiero firmar mis bodas de brillantes de Media Maratón en mi favorita.
En las míticas cuestas de Trabanca está el final de 75 Medias.
Que nervios. Ha llegado un momento muy importante.