No soy más que un aprendiz de buena persona y un corredor esforzado. Por cada corredor que recorre el mundo participando en MARATÓN, Media Maraton o Trail, hay miles que corren por el gusto de escuchar las hojas y la lluvia y que esperan que llegue el día en que les resulte todo tan fácil como a un pájaro volar. Para ellos el deporte no es una prueba, sino una terapia; no es un desafio, sino una recompensa; no una pregunta, sino una respuesta.
El sudor se seca. El cansancio termina y el dolor se quita, pero hay algo que nunca desaparece: la satisfacción de intentar lograr lo que me propongo. Soy profeta en mi tierra le pese a quien le pese. Lo he trabajado a fondo y así me considero.
Hay gente que te llama "loco" Obsesionado. Que me gasto un pastizal en carreras que "no voy a ganar". Pero desde fuera solo ven un dorsal o una medalla.
No ven los madrugones. No ven la constancia. No ven los hábitos que se repiten cuando nadie aplaude.
No ven como el entrenamiento me ordena la cabeza. me enseña a cumplir, a ser disciplinado incluso cuando más cuesta.
No corro solo carreras. Construyo carácter. Y eso aunque muchos no lo entiendan, se nota en todo lo demás. Y eso lo transmito, orden, constancia y respetos a mis metas.
Con ilusión, respeto y ganas de seguir sumando y sumando.
Son las 6.30AM y la mañana amanece bastante bien para la predicción que el temporal Emilia predecía. El temor a un posible aire molesto y costero era la preocupación.
Llevo la ilusión por bandera y me dirijo a disfrutar de una previa maratoniana por el centro de Málaga. Calle Larios mezclaba aire de deporte con borrachos. Un coctel llamativo.
Disfruto el lugar de salida y dejo sellada mi presencia para dirigirme al lugar de cita, donde solo aparece Marcos. Charlamos y nos introducimos en una explosión de runners. Increible y maravilloso. 27.000 almas con ilusión en una parrilla de salida de la Maratón Generali. Que bonito todo. Veo a Conchi y a Yeray amigos de Strava y nos ilusionamos.
Son las 8.30AM cuando todo comienza. Los speakers lanzan la carrera y despues de 20m. por las distintas oleadas llego al lugar de salida. Comienza mi 105 aventura lleno de ilusión.
Ultimo día del puente de Diciembre y aprovechando la jornada de descanso pues decido hacer un 28k dirección Rincón de la Victoria y visitar a la Virgen del Carmen que hacía mucho tiempo que no la visitaba.
Salgo a una muy buena hora y con una temperatura que seguro me vá a ayudar como posteriormente sucedió.
Solo conocía Guaro de noche. Varias visitas a su famoso festival de Luna mora nocturno no me hacian presagiar lo que me esperaba en una carrera solidaria de 6 kms.
Llego muy temprano, como es mi costumbre y saboreo mi desayuno en el bar La Espuela, mi típico pitufo de aceite y café doble, para sentir en la previa de unas callejuelas que me sorprenden antes del comienzo de la carrera.
La carrera a beneficio de "súperheroes, un niño una sonrisa" pintaba fenomenal. Es la primera vez que acudo a esta carrera solidaria y el paseo previo por el pueblo esperando la salida ya me ofrecía su dificultad. Pero es lo que me gusta. Un "algo"
Son las 12.00AM de una mañana espectacular cuando se sale, despues de disfrutar de las carreras de los "enanos" que siempre son agradecidas. Son 3 vueltas por el corazón guareño. Espero adrenalina. Y así fué. La primera vuelta en frío muy dura. Sin ritmo y en acometidas brutales hacen mella.
Compruebo rapidamente que Guaro es una ratonera de la que no se puede uno escapar y es dificil salir. Completo la primera vuelta pensando solo en conseguir algo de ritmo pero se me hace muy complicado. La ratonera estaba servida.
Voy con un compañero con camiseta roja, el me adelanta y yo a él. Es la secuencia de la segunda vuelta. Alcalde!!!! vamos!!! le jaleaban, vecinos de Guaro en sus portales.
Estaba corriendo junto al Alcalde de Guaro. Otro momento importante para mi curriculum. Es la primera vez que me ocurre esta situación. Vamos juntos disfrutando y sufriendo la ratonera en la que estamos inmersos.
La tercera vuelta, se me adelanta unos metros mientras lo animaban y aplaudian sus vecinos. Mi objetivo era, ya sabiendo lo que había, cogerlo e ir junto a él. En las embestidas guareñas no pude, aunque siempre lo tenia a vista. Solo me quedaba disfrutar una meta detrás de él. Sin duda una motivación extra que escribo para tenerla para siempre en este humilde blog.
Preciosa carrera, dura y solidaria y en un lugar que solo conocía de noche por ir varias veces a ver el féstival de la Luna Mora y la verdad no pude disfrutar en la nocturnidad de los entresijos de un pueblo al cúal volveré el año que viene. La ratonera de Guaro en el corazón.
Con el Pico Torrecilla al fondo
Despues de disfrutar de una post carrera viajo a Marbella por la carretera de la muerte, con cuidado extremo, para recuperar fuerzas, y dejar sellada una jornada para repetir. De Guaro a la Jet-set. Que más puedo pedir......
No me lo puedo creer. Tercera Media Maratón de Noviembre y justo en la corcheta del horario de carrera, lluvia segura al 100% en los aledaños de la ciudad de la Mezquita.
El viaje finalmente lo anulo, con mi mujer, porque viajar con lluvia con ella, y dejarla sola en Córdoba en un mal día y correr con lluvia la verdad, no lo veia muy claro. Tenía la desición tomada. No viajo y la Media Maratón de Cordoba quedaba anulada. La espera fué hasta el Sábado noche y decidido estaba, observando la estimación meteorologica.
Juanlu me escribe por wassap......Manolo ¿vás a ir? le digo que no. Que no. Me dice que le acompañe a él y a David Minaya. Y el gusanillo se revuelve en mi cuerpo. Le insisto que no, y el me insiste que les acompañe. Sabia que podía ser una jornada épica, como posteriormente sucedió, pero correr en Córdoba y con el dorsal preparado era una fuerza demasiado grande para negarme.
Pensaba que podría ser épico y acepté. Queria correr en Córdoba. Le dije que me recogiera en el Pabellón de Ciudad Jardín y gracias a Juanlu decidí atacar la aventura.
Son las 6.30AM cuando llego a la puerta del pabellón. Voy nervioso pero muy bien acompañado, voy con Juanlu y David, a los que aparte tenía muchas ganas de tener una aventura con ellos y atacamos la explosiva autovía dirección de la ciudad de la Mezquita. Viaje dialogante y placentero, sin lluvia, hasta llegar a los aledaños del estadio de Fútbol de El Arcangel, donde la lluvia comienza a arreciar.
Son las 8.30AM cuando nos dirigimos a desayunar y la lluvia aprieta de lo lindo. Pienso que la jornada vá a ser tremenda. Una dura experiencia entre el frio y la lluvia pertinaz.
Aguantamos el desayuno al máximo, y bajo la fuerte lluvia y apoyado por nuestros chubasqueros nos dirigimos lentamente, hacia el lugar de la salida. Momentos difíciles, sin fotos y en ambiente invernal.
La Mezquita lloraba agua, El puente Romano salpicaba nuestras zapatillas, y el entorno running te llevaba a otra galaxia. La épica estaba servida. Y estamos bajo la lluvia en salida de una de las míticas medias maratones que hacía 8 años no disfrutaba.
Una vez dada la salida, es tal la aglomeración, que tardamos casi 1 minuto en empezar a correr. Comenzamos poquito a poco hasta alcanzar el primer kilometro donde ya se ha estirado lo suficiente el grupo como para que cada uno podamos ir cogiendo nuestro ritmo y comenzar nuestras respectivas carreras. Yo intento coger la estela de Juanlu y David y se me hace dificil. Su ritmo no lo puedo mantener, Muy pronto, mis compañeros se van adelantando (estos juegan en otra liga) y me quedo sólo pero con muchas ganas de hacer mi carrera.
A partir del km 4 aproximadamente, empezamos a rodar en paralelo a la zona histórica de Córdoba, apenas un par de calles pero que nos permiten tener una panorámica de la zona de la Mezquita y la Judería, que bien justifican el madrugón y todo lo demás, que acabamos de vivir en la antesala de la carrera. Es lo que tiene correr en una ciudad como esta, que si el esfuerzo te lo permite, puedes disfrutar de un entorno absolutamente único.
Así logro llegar al km 7 donde comenzamos a adentrarnos en una zona industrial con unas avenidas que se me antojan eternas y me alcanza el primer pequeño bajón de la jornada. Esa sensación de correr, el aburrimiento de la linea recta me ataca y a duras penas voy superando estos kilometros. Menos mal que si algo caracteriza a este deporte es la hermandad y solidaridad entre corredores. Los ánimos de un grupo de granadinos que detectaron que llevaba la camiseta de Beer Runners Málaga me ayudaron como liebres durante bastante tiempo. Este ritmo hace que me enganche con ellos y poco a poco supere mi particular "travesía del desierto".
Además tengo que volver a resaltar el buen ambiente reinante en toda la prueba, no solo la presencia de corredores es digna de mención, sino también la forma en que la ciudad de Córdoba se ha volcado con los participantes. En cualquier esquina ante cualquier síntoma de fatiga, encontrabas siempre algún aliento, algún ánimo que te permitía rehacerte y continuar y todo bajo una fuerte lluvia y un frío que habia que afrontar.
Todo transcurre dentro de la normalidad hasta que vamos alcanzando el km 15, donde hacemos frente al único repecho digno de mención de la prueba. 1'5 km de subida y que comienzan a hacer estragos en muchos compañeros. Yo por el contrario, me siento muy a gusto. Vivo y entreno en zona de cuestas, como es Málaga, donde para que un repecho te impresione, tiene que ser algo más que esto (disculpad la modestia). A parte de la broma, en este punto empiezo a notar cómo voy superando a muchos corredores, lo que me da un plus de motivación y me permite acometer lo que queda de carrera con buenas sensaciones.
Esas buenas sensaciones son lo más destacable hasta el final de la prueba. Los 5 km que restan y que son los finales de carrera los supero con un ritmo constante y disfrutando, cuando me encuentro una gratísima sorpresa. En la última curva antes de acceder a la zona del estadio, recibo unos ánimos que llevan mi nombre y al levantar la vista veo a un grupo de Beer Runners que me habián reconocido, por ser Capitán del grupo tantos años. Lo que ya me permite enfilar la recta de meta a un ritmo digno y disfrutón y finalizo en meta, realmente contento, con un tiempo de 2h. 03m 1s, en el Arco del Triunfo, lejos de mis mejores marcas, pero en consonancia con las dos últimas carreras y que me dejan muy satisfecho, por el trabajo realizado en una carrera marcada por el frío y la lluvia.
El post-carrera ni existió, la fuerte lluvia mandaba y la vuelta hacia el coche, fué horrible, totalmente empapados, frío a raudales y totalmente desubicados solo teniamos el objetivo de llegar al destino para cambiarnos totalmente de ropa y dirigirnos a comer algo al Tejar para dejar sellada una Media Maratón, que seguro recordaremos por la épica y la situación tan contraria en la que nos hemos encontrado durante toda la jornada.